La verdad es que yo no soy ninguna experta en libros infantiles, pero si puedo contarles que desde niña he ido cargando con mis libros para todos lados y he visto la diferencia que hace la lectura en la vida de mucha gente a mi al rededor.
Cuando el bebé chilaquil era aún más pequeño tuvimos la gran oportunidad de participar en un taller llamado «Leo con mi bebé, mi bebé lee conmigo» impartido por Elsa González en el Fondo de Cultura Económica y es una experiencia que les recomiendo muchísimo. Son reuniones en donde los bebés y niños pueden experimentar la lectura desde una óptica distinta. Pueden tocar todos los libros, jugar, cantar, imaginar. Para nosotros fue de las primeras experiencias de socialización que el tuvo y además una forma de aprovechar la mañana de los sábados, si de todas formas madrugábamos.
Aquí en el blog me han ido pidiendo tips y recomendaciones de distinta índole y hoy más que «recomendarles» los libros les comparto algunos de los que tenemos, hay otros padrísimos que no tienen las páginas tan aguantadoras y esos no están en el librerito por eso no les tomé foto, luego se los comparto.
La idea es tener opciones que estimulen sus sentidos, hay algunos con texturas, otros con sonidos, tenemos otros de tela, con sonaja, mordedera y otros para el agua.
Por ejemplo, aquí abajo pueden ver unos de colores y animales que tienen hueco el centro y eso hace mucho más fácil y divertido el manejo, otro con sonidos sorpresa (que no siempre suenan) y los de dinosaurios y monstruos que usamos para descubrir no solo formas y colores.
Tenemos también Buenas noches Lola, que tiene muy poco texto y sirve muy bien para dejar volar la imaginación y se puede incorporar al ritual nocturno y el de ¡Está delicioso! tiene figuras de foami en forma de alimentos que puedes ir dando a los participantes en la historia, hemos perdido varias figuras y las demás andan por todos los rincones de la casa, pero es muy divertido.
Continuamos con el de «Pato está sucio» que cuenta la divertida historia del pato que se ensucia y después se baña y el de «Misterio Lodoso» que además de contar una historia tiene texturas en cada página.
Igual con texturas está el de «Éste no es mi tren…» que va describiendo cada textura en la misma historia y el de Élmer y el clima, que además de describir cada uno va llevando a Élmer por una gran aventura.
No todas las opciones las hemos comprado, varios han sido regalos y otros fueron parte del taller al que fuimos, desde el principio le han gustado mucho y tratamos de que sea una más de sus actividades, no establecemos horarios, no limitamos el tiempo de nada, ni de lectura ni de juego (a menos que sean las 4 de la mañana). Vamos avanzando y viendo qué le gusta más y qué menos.
Espero les sea útil conocer un poco los tipos de libros que le gustan al bebé chilaquil y sobretodo que se animen a ir compartiéndoles esa opción a sus bebés. Al principio solo los ven por poco tiempo, no importa. A veces nos escuchan contar las historias, pero luego los vamos involucrando pidiéndoles que busquen cosas, que señalen, etc. Es cuestión de irnos adecuando al momento de su desarrollo en el que están y a sus intereses.
Gracias por leer
No tenemos ni uno de esos pero también hemos ido recolectando un buen de libros desde que Cesarín era bebé a la fecha, tego unos similares a los de tu ultima foto, del de toca, toca tenemos el que se titula «este no es mi niñito», fue de los primeros libros de Cesarin, y de Elmer tenemos 2, el de los colores de Elmer y el primero que se llama solo Elmer 😉
A nosotros nos encantaba ir a la bebeteca que hacen en Niños Conarte, es muy similar a lo que cuentas del Fondo de Cultura 😉
Saludos,
Clau!
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Hola Clau, si está muy padre la bebeteca y es la misma modalidad 🙂 Que padre coincidir con esas ideas de brindarles a los pequeños opciones distintas para explorar, gracias por tu comentario y visita al blog!
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Clau que linda que me comentas, aunque ya pasó un chorro tenía pendiente de darte las gracias y siiii la bebeteca es genial, abrazo!
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